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Las enfermedades se pueden dividir en dos grupos: de tipo benignas y de tipo malignas. En el primer caso, las enfermedades más conocidas, son la infección urinaria (Cistitis) y la incontinencia urinaria en el género femenino. En el hombre, en tanto, destaca la patología genital, el traumatismo urogenital y la hipertrofia prostática.
Las enfermedades malignas de mayor frecuencia en el hombre son el cáncer de próstata y testicular. En el caso de la mujer (mayor de 40 años) y, también en el hombre, son el cáncer renal y de vesícula.
Especial mención para el cáncer de próstata en el hombre, que en nuestro país constituye el segundo cáncer en frecuencia y la segunda causa de muerte por esta enfermedad. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha determinado que, aproximadamente, 1 de cada 7 hombres será diagnosticado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida y es la segunda causa principal de muerte en los hombres, después del cáncer de pulmón. En consecuencia, se podría pronosticar que 1 de cada 36 hombres fallecería por cáncer de próstata. Y porque entendemos la importancia que requiere la prevención de estas enfermedades en nuestra población, es que hemos incluido la especialidad de Urología a nuestra extensa gama de servicios.
Es importante detectar esta enfermedad en etapas precoces, con el fin de lograr reducir la alta mortalidad que esta patología presenta. Se recomienda, en caso de antecedentes familiares iniciar los controles a partir de los 35 años y en ausencia de antecedentes, desde los 45 años.
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No solo problemas biológicos o hereditarios podrían afectar el sistema urinario de nuestros organismos. Debemos distinguir que entre hombre y mujer existen órganos genitales externos e internos. En el caso de los masculinos, la ubicación de los órganos los expone con suma frecuencia a traumatismos en cualquier actividad de roce o de contacto en deportes como el fútbol, básquetbol o artes marciales, por ejemplo, aún cuando se utilicen elementos de protección. Se describe, incluso, la asociación a traumatismos y desarrollo de cáncer testicular.
En el caso de ubicación interna de órganos son el riñón y la vejiga los más expuestos a mecanismos de contusión directa e indirecta, producto de aceleración y desaceleración en casos de caída de altura (paracaidismo) o impactos de alta energía como ocurren en el rugby, artes marciales o accidentes automovilísticos o de motos. Se producen verdaderas fracturas o rupturas de estos órganos, con hemorragias severas, con riesgo vital.
De esta manera, una persona que ha experimentado lesiones traumáticas, requiere muchas veces ser tratada por equipos multidisciplinarios, cirujanos generales, traumatólogos, urólogos, etc, según sea el órgano u órganos afectados.
Finalmente es necesario recordar que la creciente complejidad de las enfermedades así como la presión de los pacientes en obtener la más pronta reinserción en su vida activa, hace imprescindible generar equipos de trabajo multidisciplinarios.