La meniscopatía o menisectomía, es una de las lesiones más comunes de rodilla, detrás del esguince del ligamento medial.
Dentro de las lesiones de rodilla una de las más comunes, detrás del esguince del ligamento medial, se encuentra la Lesión de Menisco (meniscopatía). Estas se pueden producir por efecto de un traumatismo, así como también por la degeneración de los meniscos. El retorno a la actividad diaria es rápido (una a dos semanas) y si practica algún deporte el retorno después de la operación se estima entre 30 y 45 días.
¿Qué son los meniscos?
Los meniscos son fibrocartílagos que están situados en el interior de la articulación de la rodilla y se ubican entre el fémur y la tibia.
Existe un menisco medial (parte interna de la rodilla) y otro lateral (parte externa). Tiene forma semilunar y su principal función es aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior de la tibia y el poder ser un verdadero amortiguador de la rodilla. El menisco distribuye las fuerzas transmitidas a través de la rodilla y se estima que soporta alrededor del 40% de la carga que recibe la articulación.
Esta capacidad para repartir la fuerza sobre las superficies articulares es importante porque protege al cartílago articular de un desgaste excesivo. Sin el menisco existiría una concentración de las fuerzas sobre un área muy pequeña del cartílago, que puede dañar la superficie, conduciendo a su degeneración (artrosis).
El menisco, que actúa como estabilizador de la rodilla, está compuesto por colágeno (75%), glucosaminoglicanos, glucoproteínas y fibrocondrocitos. Las fibras de colágeno se encuentran organizadas longitudinalmente para absorber las fuerzas de compresión que se generan en la rodilla; también existen fibras radiales que aumentan la resistencia del tejido.
¿Cómo se produce la meniscopatía?
Las lesiones meniscales pueden afectar a personas independientes de su edad, pero las causas van variando según los distintos grupos etarios.
En los pacientes más jóvenes, el menisco es una estructura bastante resistente y elástica y la rotura del mismo es producida por una importante torsión o giro de la rodilla.
En las personas mayores que realizan algún deporte sobre 40 – 45 años, el menisco se vuelve más débil, el tejido se degenera y está menos resistente y la lesión se puede producir por un traumatismo menor, por ejemplo, al levantarse de la posición de en cuclillas o realizando una flexión exagerada de la articulación.
En muchos casos, cuando existe una lesión meniscal con alteración degenerativa, ésta se pueden producir sin causa aparente, y el paciente no recuerda un traumatismo específico que haya roto el menisco.
Por lo general, la meniscopatía se presenta mucho en deportes de contacto como el fútbol y el rugby, por ejemplo. Sin embargo, se puede producir en deportes donde la persona pueda realizar giros bruscos o movimientos de rotación de la rodilla con el pie fijo en el suelo, o en la posición de cuclillas.
¿Cuáles son los síntomas de la meniscopatía?
El síntoma más frecuente que aparece con un menisco roto es el dolor y éste puede ser difuso, especialmente cuando existe una significativa inflamación de la rodilla. Este dolor puede percibirse en la línea articular (donde se sitúa el menisco).
Si la parte dañada es lo bastante grande, se puede producir un bloqueo: esto es la incapacidad de extender o flectar la rodilla por completo. El bloqueo ocurre cuando el fragmento roto del menisco resulta atrapado dentro del mecanismo de bisagra de la rodilla, impidiendo la extensión o flexión total de esta.
Rotura de menisco externo
¿Cómo se diagnostica la meniscopatía?
Se han descrito una serie de maniobras exploratorias encaminadas a evidenciar dolor o chasquidos cuando se realiza flexo-extensión y rotación combinada de la rodilla. Las más utilizadas son las de McMurray y la de Apley.
- Maniobra de McMurray: En decúbito supino se flexiona la rodilla y se coloca el dedo en el borde del menisco, seguido de una extensión en rotación interna y luego en rotación externa. Si existe una lesión del menisco interno se notará un chasquido al extender en rotación externa, y si existe una lesión del menisco externo el chasquido se oirá al extender en rotación interna.
- Maniobra de Apley: El principio de esta prueba es demostrar que, en una lesión meniscal la movilidad articular con la articulación distraída no es dolorosa, mientras que al comprimirla sí. Se realiza con el paciente en decúbito prono y se compara el dolor que provoca la flexo-extensión con la rodilla a compresión con la rodilla a distracción, todo ello imprimiendo un movimiento rotatorio a la pierna, internamente para explorar el menisco externo y externamente para explorar el externo (el talón del paciente señala el menisco explorado).
¿Cuál es el tratamiento para la meniscopatía?
El tratamiento para una meniscopatía incluye opciones como: tratamiento conservador o una meniscectomía parcial, o reparación del menisco dañado.
Si la lesión es mayor y se ha tenido que realizar una intervención quirúrgica, el plazo de retorno a la actividad normal bordeará entre las 3 y 5 semanas. En primera instancia se comenzará con una terapia conservadora, que consistirá en consumo de antiinflamatorio, hielo, que permitirá bajar el dolor del paciente. La idea es que comience con terapia kinésica en forma temprana.
Cuando el tratamiento quirúrgico es escogido el principio básico de la cirugía del menisco es conservar el tejido meniscal tanto como sea posible para distribuir las cargas apropiadamente El curso de tratamiento depende de la edad del paciente, el nivel de actividad, la cronicidad de los síntomas y el tipo de ruptura meniscal.
Cuándo Operar una meniscopatía
Cuando la lesión es inestable y es imposible de reparar espontáneamente (por ausencia de vascularización de la zona de lesión meniscal) y provoca en el paciente alteraciones mecánicas de la articulación. A ello se agregan bloqueos ocasionales o permanentes de la rodilla. En lesiones degenerativas, en tanto, se recomienda darle un tiempo mayor de observación a la lesión antes de determinar una intervención quirúrgica, especialmente cuando no son inestables.
¿Cómo se puede prevenir la meniscopatía?
Siempre es recomendable tener una preparación física adecuada pero no solo desde el punto de vista aeróbico, sino que también desde el punto de vista de fuerza y propiocepción. Hay que hacer un trabajo muy importante cuando se quiere realizar algún tipo de deporte en forma permanente.
Las lesiones de meniscopatía son más frecuentes en personas que hacen actividad física en forma ocasional y con muy baja preparación física. Sin embargo, resultará fundamental realizar un trabajo específico del deporte que la persona practica, es decir, un trabajo en cancha.
Tratamiento postoperatorio para la meniscopatía
- La cirugía de meniscopatía es breve, y se puede prolongar entre 30 y 60 minutos y se realiza siempre por vía artroscópica.
- El paciente estará de regreso en su hogar a las 24 horas de ser operado, de no mediar algún inconveniente de última hora.
- Dentro de 48 y 72 horas, se comienza la rehabilitación.
- La primera semana de tratamiento kinésico, busca disminuir fenómenos inflamatorios y mejorar rangos de movilidad articular.
La rehabilitación inmediata es clave para así evitar la pérdida de musculatura.
La intervención quirúrgica del menisco medial, por un tema anatómico de la rodilla, tiene una evolución más rápida y normalmente el paciente está entre 3 y 4 semanas en condiciones de volver a jugar. En un menisco lateral, en tanto, los tiempos antes citados se multiplican en un 50%. La forma que tiene el compartimento lateral de la rodilla, donde está el menisco lateral, es susceptible de recibir una mayor carga cuando no existe una parte del menisco que ha sido operado. En esos casos, se es mucho más cuidadoso y el retorno a las canchas bordea entre 5 y 6 semanas después de operado.
Técnica Quirúrgica más utilizada para la meniscopatía:
El menisco es una estructura muy útil y se puede realizar para su reparación, una resección, es decir, resecar aquella parte del menisco que no está bien y que está generando problemas mecánicos. Cuando creemos que la lesión está en una zona donde el menisco puede repararse, se realiza una meniscoresis, que es una sutura meniscal, que se da en un 20 % de los casos. En la gran mayoría de los pacientes es necesario resecar (sacar) una parte de éste.
Otra alternativa que existe, pero es mucho más costosa, es la de un transplante meniscal, a través del menisco de un cadáver. Sin embargo, no es del todo fácil conseguir donantes.
Rehabilitación Kinésica para la meniscopatía:
Objetivos:
Los objetivos a conseguir en una primera etapa de rehabilitación son los siguientes: Las primeras 48 horas: Es importante consultar a un médico especialista en lesiones de rodilla y tener las precauciones básicas ante la lesión. Estas son: protección de la rodilla lesionada, reposo, hielo por 10 minutos cada una hora, compresión mediante una venda elástica para disminuir la inflamación o edema y elevación para favorecer el retorno venoso.
2-7 días de rehabilitación kinésica
Se realizan ejercicios de movilidad de la rodilla en flexo-extensión para evitar la rigidez, ejercicios de activación de musculatura, principalmente cuádriceps (apretar el muslo o con un rodillo bajo la rodilla, tratar de presionarlo hacia abajo). Flexibilidad de extremidades inferiores. Además debemos mantener el resto de la musculatura indemne con sus capacidades óptimas y las capacidades cardiovasculares del deportista.
2-4 semanas
Se mantienen los ejercicios de movilidad de rodilla para mejorar el rango de movimiento. Flexibilidad de extremidades inferiores, ejercicios de fuerza isométricos (estáticos) con bajo peso. Se comienza con ejercicios de propiocepción y balance (por ejemplo equilibrio en un pie, comenzar en superficies estables y progresar a superficies inestables y con mayor dificultad podría ser con ojos cerrados), ejercicio aeróbico sin impacto como bicicleta si el paciente tiene el rango de flexión para hacerlo y se puede agregar ejercicio de bajo impacto como piscina.
4-6 semanas:
Se prosigue con ejercicios de fuerza estáticos y se agregan ejercicios dinámicos (silla de cuádriceps en rango seguro de 0-60º) e ir aumentando las cargas progresivamente a tolerancia. Realizar flexibilización de extremidades inferiores, ejercicios cardiovasculares como elíptica y comenzar con caminata (comenzar con ejercicio aeróbico de impacto moderado). Además, se continúa con ejercicios de balance y propiocepción ya más orientados al deporte que la persona realiza.
Continuar con lo anteriormente descrito, además de comenzar a realizar trote fraccionado (se alterna caminata con trote comenzando con un porcentaje mayor de trote y menor de caminata hasta invertirlo y llegar al trote continuo). Flexibilizar extremidades inferiores. Realizar ejercicios de fuerza tanto en 0-60º sin carga en el suelo y además comenzar a agregar ejercicios más compresivos como una sentadilla (comenzar en un rango seguro de 0-45º y llegar a 90º) o estocadas, esto último, finalizando la 8º semana. Se realizarán ejercicios de propiocepción y balance funcionales de acuerdo al deporte.
Reintegro deportivo para quienes practican Rugby
Para un reintegro óptimo, el rugbista debe tener las condiciones cardiovasculares y musculares (tanto de fuerza como flexibilidad) similares a las que presentaba antes de lesionarse. Además debe tener la seguridad y confianza de poder volver a jugar de manera óptima. Se prosigue con trote, pero se comienza a agregar velocidad, cambios de dirección, trabajo con balón. Además se realizan ejercicios de fuerza con mayores cargas y ejercicios pliométricos (saltos).
Tiempo estimado de rehabilitación para una Meniscopatía
Dependerá de la magnitud de la lesión y si su resolución es convencional o quirúrgica. Además dependerá de qué menisco se lesionó y del tipo de cirugía realizada (menisectomía parcial tiene una recuperación más rápida que una sutura meniscal). Un deportista debería estar alrededor de 2 meses fuera de las canchas y comenzar el retorno deportivo paulatinamente siempre respetando los tiempos de cicatrización de los tejidos.