Producto de la pandemia, las cirugías quedaron en stand by desde marzo provocando que las personas tuvieran que posponer sus atenciones y esperar hasta que se diera luz verde, quedando solo en evaluación de cada institución de salud las cirugías urgentes.
Isidora González (24 años) está en su último año de Ingeniería Comercial y fue en diciembre de 2019 mientras bailaba con sus amigas que sintió algo que se desencajó en su rodilla, pero como no tenía problemas para moverse ni dolor, decidió no consultar en ese momento.
“En enero el panorama cambió y me comenzó a doler, pero como estaba de vacaciones esperé hasta marzo, que fue ahí cuando me dijeron que tenía una lesión osteocondral en mi rodilla derecha y que tenía que operarme, pero como debía dar el examen de grado en agosto decidí verlo después de eso”, dijo Isidora.
El traumatólogo de rodilla, Dr. Cristián Fontboté explicó que este tipo de lesión se produce “cuando se compromete el cartílago articular y el hueso subcondral, siendo lo más probable, en este caso, que se haya generado por una secuela de una Osteocondritis Disecante durante la época escolar de la paciente. Ésta produce un dolor en la rodilla, limitando su funcionamiento, especialmente en deportes de impacto. Con ella usamos la técnica que se denomina transplante autólogo osteocondral”.
Isidora llegó a Clínica MEDS gracias a un primo que se había operado la rodilla con el doctor Fontboté. La preocupación, paciencia y claridad con que el especialista le explicó todo, le dio la seguridad necesaria, para que decidiera operarse con él.
“Nunca tuve susto de operarme en pandemia, incluso encuentro que es el mejor momento ya que la vida está en stand by y no me perdería de muchas cosas. Además, tampoco podía seguir esperando más tiempo osino iba a empeorar. Vi que Clínica MEDS tenía buenos protocolos, personal con mascarilla, alcohol gel por todos lados, y eso me dio total seguridad”, añadió.
El especialista precisó que durante la pandemia, en MEDS se han tomado todas las medidas de precaución necesarias para resguardar la salud y bienestar tanto de los pacientes como del personal médico, ya que “todo paciente que se operé, debe presentar una PCR negativa para Covid-19 tomada en un plazo de no más de 48hrs. Además, el equipo médico es muy estricto en seguir todas las pautas de seguridad con las que cuenta la Clínica”.
Hoy Isidora está contenta por como resultó la operación y ya se encuentra en la fase de rehabilitación kinésica en Viña del Mar, donde reside. “Uso muletas y debo reposar de vez en cuando, pero la idea es recuperar la flexión de la rodilla y la masa muscular del cuádriceps. Hago ejercicio todos los días, y he sido matea porque quiero recuperarme lo antes posible”, agregó.
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