La fractura de húmero se produce generalmente en deportes de altas velocidades como ciclismo, motociclismo y automovilismo, entre otros.
¿Qué es la fractura de húmero?
La porción proximal de húmero está compuesta por la cabeza humeral que articula directamente con la glenoides de la escápula. A continuación se encuentran las tuberosidades formadas por el troquiter y troquín en los que se inserta el manguito rotador, y que dan parte importante de la función del movimiento del hombro.
Finalmente está la porción diafiso-metafisiaria que continúa con el resto del húmero y por consiguiente de la extremidad.
La fractura se define como la discontinuidad ósea de la porción proximal del húmero, con un compromiso de dos o más de sus partes.
¿Por qué se produce?
Generalmente está asociada a traumatismos de alta energía en relación a deportes extremos o de alto impacto, también, y en una alta frecuencia se pueden producir en adultos mayores con osteoporosis, a raíz de caídas o golpes menores.
¿En qué deporte se produce más frecuentemente?
En deportes donde se desarrollan altas velocidades como ciclismo, motociclismo, automovilismo, donde los competidores están expuestos a traumatismos importantes por aceleración o desaceleración brusca por accidentes o caídas sobre el hombro.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura de húmero?
Los principales síntomas son dolor, aumento de volumen local por el hematoma e incapacidad para mover el brazo lesionado. Se puede asociar también equimosis a nivel del hombro, el brazo o la zona pectoral.
Ocasionalmente en un 20% a 30% de los casos puede haber algún déficit neurológico alrededor del hombro o en lesiones más complejas, debilidad de toda la extremidad por lesiones en el plexo braquial.
Diagnóstico
Ante la sospecha de que un paciente sufra una fractura del húmero proximal es necesario estudiar el segmento lesionado con radiografías. Para complementar el estudio se puede solicitar un escáner para determinar más claramente los fragmentos óseos.
En los casos que se sospeche una lesión del manguito rotador, se puede realizar una ecografía de hombro para conocer su estado y las implicancias que éste tendrá ante una eventual cirugía.
Tratamiento
El tratamiento tiene dos opciones principales y va a depender del tipo de fractura, necesidades del paciente y su estado basal.
En fracturas con mínimo desplazamiento de los fragmentos, se puede intentar el tratamiento ortopédico (sin cirugía), en los casos en que haya un compromiso óseo mayor, con desplazamiento y/o angulación de los fragmentos más allá de lo tolerable, se debe optar por el tratamiento quirúrgico.
En los pacientes que se decide el tratamiento ortopédico, es importante mencionar que estos casos son seguidos de forma más estricta, ya que si se produce un mayor desplazamiento de los fragmentos de la fractura puede cambiar a manejo quirúrgico de la lesión.
Si requiere cirugía, ¿en qué consiste?
El tratamiento quirúrgico se basa en tratar de corregir la anatomía previa del paciente, con la menor morbilidad posible. Para esto se utiliza la fijación de los fragmentos con agujas y alambres, o placas bloqueadas idealmente.
En los casos de pacientes de mayor edad o con gran destrucción de los fragmentos, se utilizan prótesis parciales (solo húmero) o totales de hombro (húmero más glenoides). El tiempo de cirugía varia entre 75 a 150 minutos de acuerdo a la complejidad de cada caso en particular, ya que se debe fijar la fractura y reinsertar en los casos que sea necesario el manguito rotador, con el fin de recuperar la funcionalidad del hombro.
Recuperación de una fractura de húmero
Sea tratamiento ortopédico o quirúrgico, lo habitual es que las primeras 3 a 4 semanas se utilice un inmovilizador de hombro y luego se realice rehabilitación kinésica, hasta recuperar la función de la extremidad, idealmente, sin dolor.
En casos de fracturas estables se puede comenzar a los 10-14 días con movimiento pasivo de la extremidad, dado por movimientos pendulares. En las primeras semanas de evolución se puede apoyar con fisioterapia para disminuir edema y dolor.
Prevención
Como estas lesiones son habitualmente accidentales, se deben mantener y monitorear con actividades de prevención adecuadas, asociadas a una buena implementación deportiva en los casos en que esté permitido.