La fractura por estrés lumbar es una patología que se produce en la columna lumbar y está dada por una sobrecarga mecánica que se produce en la articulación de la pars articular en la zona lumbar.
Definición de la lesión:
La fractura por estrés lumbar es una patología que se produce en la columna lumbar y está dada por una sobrecarga mecánica que se produce en la articulación de la pars articular en la zona lumbar de niños y adolescentes desde los 6 años hasta que se produce la maduración esquelética (20 a 22 años, muy rara vez sucede en mayores de 23 a 28 años), y que realizan deporte de manera continua por dos horas mínimo 4 o 5 veces a la semana. El grueso de los pacientes, se da en jóvenes de entre 14 a 18 años. En personas mayores, los dolores lumbares son producto de otras lesiones como.
Grados de la Lesión:
I. Edema en la articulación lumbar: inflamación del hueso sin rasgos de fracturas demostrables en el escáner. Es la etapa más simple a tratar y bastaría con el reposo deportivo y sesiones de kinesiología para que el paciente logre la recuperación.
II. Etapa de Fractura Completa: se afectan las dos corticales de la pars articular (o pars articularis).
III. Desplazamiento: es el grado más avanzado de la lesión, donde se presenta una fractura total de la pars articular más un desplazamiento. Lo más grave de esta etapa, es que no se consigue el alineamiento o consolidación original, lo que en un futuro podría volver a generar problemas, como un dolor lumbar crónico.
Sin importar el grado de lesión que el paciente sufra, todos pueden volver a realizar deporte a la misma intensidad previo a la lesión.
Por qué se puede producir:
Principalmente son deportes en los que se producen movimientos repetitivos hiperextensión, rotación y movimientos extremos de la columna lumbar, como la gimnasia olímpica, artística, básquetbol o vóleibol.
Un factor importante que predispone, en menor medida, a que se produzca este tipo de lesión, es por la falta de vitamina D, en cuanto a una baja ingesta como a una baja exposición al sol. En las ciudades más australes del país, donde no hay mucha exposición a la luz solar, la tasa de lesiones es un poco más elevada.
En niñas o adolescentes, esta lesión se puede generar por la exposición a exigentes dietas, una amenorrea, deficiencias nutricionales y/o osteoporosis severa. Sin embargo, son casos muy extremos y de poca frecuencia.
Síntomas:
La fractura por estrés es una patología que produce síntomas banales, en un principio, como es un dolor en la columna lumbar de características facetarias, esto es un dolor durante la práctica deportiva y al realizar ciertos movimientos. El problema es que al paciente o al adolescente se le va el dolor al momento de terminar el entrenamiento, por lo tanto, es un dolor que en las primeras etapas es un dolor que solo se presenta en actividad física.
Es por este motivo, que la mayoría de los pacientes consultan tardíamente cuando la lesión ha tenido varios avances.
¿Qué pasa con pacientes que no practican deporte pero presentan los mismos síntomas, también estarían desarrollando una fractura por estrés lumbar?
La fractura por estrés cursa con síntomas que son muy parecidos a la principal causa de dolor lumbar, que es el lumbago de características facetarías y que se da principalmente cuando se inflama la zona posterior a la faceta articular. Este es el lumbago más frecuente en la población, por lo tanto, podría pasar desapercibida una fractura por estrés.
Dicho lo anterior, es de suma importancia consultar con un especialista de manera precoz, para poder, entonces, diferenciar en niños y adolescentes si se trata de un lumbago facetario, o si el paciente está desarrollando algo más grave como lo es la fractura por estrés lumbar.
Diagnóstico:
Se realiza, primeramente, en base a una historia clínica, ya que, en teoría, el paciente hace mucha actividad física, lo que indica uno de los principales antecedentes para diagnosticar esta lesión.
Un segundo factor que puede dar sospecha a una fractura por estrés lumbar, es la presencia del dolor por más de cuatro semanas, durante el entrenamiento y cesa al término del ejercicio.
Además, estudios imagenológicos determinarán con exactitud el tipo de lesión, la gravedad y el lugar preciso donde se ubica.
El estudio de imágenes comienza con una radiografía de columna lumbar, de frente y de lado, el cual tiene por objeto analizar la alineación de la columna y evaluar si existe algún tipo de deformidad o escoliosis.
Sin embargo, el examen más indicado para este tipo de lesión es la Resonancia Magnética de Columna Lumbar. Y luego, si aparece una zona con edema, se debe complementar con un escáner.
Tratamiento:
Corresponde en el reposo deportivo absoluto, tanto escolar como al del club al que pertenezca el paciente.
Además, se complementa con un trabajo kinésico. En Clínica MEDS tenemos como primer objetivo, reducir el dolor con fisioterapia y luego ejercicios de estabilización lumbar de tipo isométricos. Luego, se comienza con un protocolo de flexibilización para llegar a una etapa final de Reintegro Deportivo Kinésico y, por último, en cancha.
Cuando existe mucho edema en la zona de la lesión, aconsejamos la utilización de un corsé para optimizar la inmovilización de la columna. También se recomienda en aquellos menores que son más inquietos.
El tratamiento quirúrgico es una alternativa, sin embargo, es considerada como un procedimiento de manera excepcional, la que consiste en la instalación de tornillos a través de los pedículos y la fijación transitoria de las vértebras involucradas en la lesión, implantes que se retiran al cabo de uno o un año medio después de la operación.
Reintegro Deportivo:
¿Cuándo y Cómo volver a tu actividad?
La evolución normal del paciente con fractura por estrés lumbar es estar asintomático al mes desde que la persona ha dejado de hacer la actividad física.
Esto es muy complicado para el equipo médico que acompaña al paciente, porque un deportista quiere volver lo antes posible a su deporte y es importante que ellos entiendan de qué se trata la lesión, cómo cuidarla y los plazos de rehabilitación que éstos involucran, con el objetivo de no apresurar esos tiempos y volver a lesionar sobre la lesión.
Cada dos meses, se vuelven a realizar exámenes imagenológicos para determinar el avance de la recuperación. El médico junto al kinesiólogo establecerán el alta del paciente.