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Bursitis trocanteriana o bursitis del trocánter mayor

Bursitis trocanteriana o bursitis del trocánter mayor

La Bursitis trocanteriana es una patología que afecta la cadera y es muy frecuente en mujeres y también en personas que tienen alguna constitución anatómica que la produce.

¿Qué es la Bursistis Trocanteriana?

La Bursitis trocanteriana o troncantérea es la inflamación de las estructuras que cubren el trocánter mayor, que es la parte más externa de la cadera. Se ubica en la región lateral del muslo, específicamente entre el glúteo y la ingle. Es doloroso y la molestia se traduce habitualmente en un síntoma que es persistente como intermitente, pudiendo presentarse en actividades importantes y a veces en reposo. Es una lesión cuya irritación es fácilmente despertable al contacto, por ejemplo con el uso de ropa muy apretada, estando sentado en el asiento del auto o con estructuras que producen compresión local entre la piel, la fascia lata (músculo que cubre al trocánter mayor) y las estructuras que están sobre el hueso.?

¿Por qué se produce?

Lo más frecuente es la irritación crónica de la bursa, que es una estructura que separa el plano fascia lata del plano del trocánter mayor con su inserción distal del vasto lateral y proximal del glúteo medio. Esta estructura es una delgada lámina que tiene un músculo pequeño que la tensa y que, muchas veces, puede ser causa de inflamación, como en estados reumatológicos, con alguna frecuencia en deportistas, en particular en los futbolistas y rugbistas, quienes por la forma de juego muchas veces derrapan.

También puede ser traumático, a raíz de golpes laterales, aunque muchos de los casos son por causas idiopáticas desconocidas.

Este tipo de bursitis es más frecuente en mujeres, también en personas que tienen alguna constitución anatómica que la produce, como tener la fascia lata con algún contacto anatómico especial, que hace que se produzca la irritación. Eso sí esta causa ocupa un lugar secundario.

Síntomas

Los principales síntomas de esta lesión son dolor lateral del muslo, irritación por alguna prenda de vestir, un poco de claudicación (cojera), dificultad para subir o bajar escaleras, para sentarse, para cruzar las piernas y para agacharse, entre otros factores.

Diagnóstico

El diagnóstico de esto es por descarte, toda vez que se analiza otras patologías que tienen mayor relevancia o que repercuten con mayor daño en la zona y recién ahí se diagnostica la bursitis trocanteriana, cuando se ha descartado otra lesión.

En cuanto a los exámenes, hay que decir que la radiografía habitualmente no muestra nada, por lo que es preferible realizar una ecografía que permitirá detectar un aumento de partes blandas, de líquidos o de alguna señal que compruebe la lesión. También se puede realizar un examen más sofisticado como un escáner o una resonancia nuclear magnética, que servirán para descartar patologías más graves.

Bursitis trocanteriana o bursitis del trocánter mayor

Tratamiento

Esta es una lesión cuyo tratamiento requiere de mucha paciencia de parte del paciente, ya que es lento y difícil, lo que hace que muchas veces la persona se desencante de lo que se está realizando. Además, la solución no es una y después de meses de tratamiento puede ser que el dolor pase.

Bursitis trocanteriana o bursitis del trocánter mayor

Como en muchos casos la causa detonante no se conoce, se empieza por la parte básica del tratamiento, que es el uso de antiinflamatorios, de algún tipo de analgésico, cambio de temperatura local (calor o frio), medidas de potenciación muscular, tanto en los músculos abductores y glúteos. Hay que evitar mecanismos que produzcan traumatismo o dolor en la región de la cadera.

Con este tratamiento básico, algunos pacientes se mejoran, aunque es un porcentaje menor, por lo que muchos siguen presentando dolor y deben ser infiltrados.

Un tercer paso, siempre y cuando el tratamiento no esté dando los resultados deseados, podría ser el uso de concentrado plaquetario, aunque hay que decir que aún no hay evidencia científica que lo sustente.

Por último, y en casos muy puntuales, se puede usar un procedimiento quirúrgico, que consiste básicamente en liberar la presión sobre el trocánter mayor, para lo que se usan diferentes técnicas, que dependerán del caso particular de cada paciente. Es una operación que no reviste especial complejidad. Pero aún así, no hay certeza de que la lesión desaparecerá.

Los tratamientos son diversos y dependerán de cada caso en forma particular. Pero hay que resaltar que la paciencia es la base del tratamiento de esta lesión.

Recuperación

Un paciente que no ha sido operado y que está en etapas iniciales, probablemente su recuperación puede tomar entre tres y cuatro meses con síntomas presentes. Y si la patología llega a puntos extremos, en que todo ha fracasado y se piensa en la cirugía como solución, el tiempo de recuperación aumenta de seis meses a un año.

Con respecto a los resultados, hay que decir que está lesión es recurrente y así como se va puede volver y probablemente sin causa alguna o a raíz de la misma causa que provocó la patología anteriormente.

Prevención

Lo más recomendable para prevenir la Bursitis trocanteriana es realizar elongaciones antes de cualquier actividad física. También es importante realizar un fortalecimiento muscular y un buen calentamiento antes de practicar algún deporte.

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Burtitis, lesiones de cadera

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