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Artrosis de Cadera

Artrosis de Cadera

En la artrosis de cadera, la superficie del cartílago se rompe y se desgasta, causando que los huesos se muevan el uno contra el otro, causando fricción, dolor, aumento de volumen y pérdida de movimiento en la articulación.

¿Qué es la Artrosis de Cadera?

Esta enfermedad crónica y degenerativa afecta a una o varias articulaciones y se caracteriza por las alteraciones anatómicas que se producen en ellas. Sin embargo, las que más frecuentemente dan síntomas son las que se ubican en caderas, rodillas y manos.

Al desgastarse el cartílago, la articulación, con el tiempo, llega a perder su forma. Estas son lesiones que permanecen indoloras durante muchos años y cuando aparece el dolor es porque el hueso se encuentra ya afectado aunque sea en un grado mínimo. Es así como un proceso artrósico en sus inicios puede pasar inadvertido.

Cuando se hace manifiesta, la artrosis es irreversible. Ejercicio programado y adecuado ayuda a mantener la movilidad de la articulación, al mantener la flexibilidad se puede potenciar la musculatura y contribuye a estabilizar la articulación.

Causas de la Artrosis de Cadera

La artrosis de cadera es una enfermedad que se produce por degeneración de la misma, comprometiendo a todas sus estructuras, pero fundamentalmente el cartílago articular que cubre las superficies óseas que conforman la articulación.

La Artrosis Primaria se presenta en personas de edad avanzada, con mayor énfasis en mujeres y con importante influencia hereditaria.

La Artrosis Secundaria, en la mayoría de los casos, se presenta como secuela o complicación de traumatismos y enfermedades tales como la Artritis Reumatoide, Necrosis Avascular, Enfermedad Displásica de la cadera, Pinzamiento Femoro-Acetabular, etc.

Síntomas de Artrosis de Cadera

El síntoma más relevante son el dolor de tipo mecánico (dolor que se produce al moverse y tras el reposo prolongado al iniciar el movimiento), localizado en la zona de la ingle y que se irradia a la cara anterior del muslo hasta la rodilla. En la mayoría de los casos produce una impotencia funcional con cojera progresiva y limitación de la movilidad.

La mayoría de las personas mayores de 70 años presentan síntomas de artrosis de menor a mayor cuantía. El grado de invalidez de estos síntomas determinará su indicación quirúrgica.

Factores predominantes

La obesidad y la falta de ejercicio son factores que predisponen la artrosis, sin embargo, no podemos olvidar que existe influencia hereditaria, que unida a otros factores permiten su expresión más precozmente.

La mayor expectativa de vida de nuestra población hace que esta enfermedad aumente su prevalencia, por lo que debemos estar preparados para tratarla oportunamente en forma integral y multidisciplinaria.

Diagnóstico

El diagnóstico de la artrosis de cadera va desde conocer en detalle los síntomas del dolor, la exploración física y el estudio de imágenes, que permiten llegar a un diagnóstico correcto.

Prevención

La baja de peso es importante, lo que se sumará a medicamentos que ayudarán a disminuir la progresividad de la artrosis.

Tratamiento de Artrosis de Cadera

El tratamiento ortopédico para quienes padecen de artrosis no es curativo sino paliativo y se basa en medicamentos analgésicos-antiinflamatorios, protectores de cartílago, ejercicios y rehabilitación.

Cirugía de la cadera

Se requiere cirugía cuando el daño del cartílago es muy severo y no permite la vida normal del paciente, determinando una importante disminución del movimiento por dolor y rigidez, comprometiendo las actividades de la vida diaria, provocando incluso postración, lo que constituiría su evolución natural.

Un implante protésico de cadera debe ser cuidadosamente elegido, utilizando protocolos obtenidos de grandes series internacionales, que consideran múltiples factores:

Propios del paciente (edad, causa de la artrosis, calidad del hueso y enfermedades asociadas, entre otros).

Del implante (biomateriales, cementación, uso de injertos, etc.)

De la institución donde se realiza el procedimiento (banco de sangre, unidad de manejo de pacientes críticos, banco de hueso, unidad de rehabilitación, enfermería, etc.

Un paciente que será sometido a un implante protésico deberá ser cuidadosamente estudiado preoperatoriamente, educándosele acerca de la importancia de su cirugía (consentimiento informado), riesgos peri y post-operatorios precoces y tardíos, necesidad de controles periódicos, rehabilitación y calidad de vida futura.

Esto exige manejo de parte de múltiples profesionales dentro de los cuales debemos considerar a Traumatólogos, Anestesiólogos, Internistas, Enfermeras y Kinesiólogos, entre otros, además de un periódico control de los pacientes con el fin de lograr la máxima sobrevida del implante protésico, el cual debería durar alrededor de 15 años o más.

Tratamiento Kinésico Post Atroplastía

En este tipo de cirugías es importante preparar e informar al paciente y su familia, respecto a los cuidados especiales y las precauciones que deberá tener respecto a la prótesis antes de que se someta a la intervención quirúrgica. Éste deberá tener especiales cuidados y precauciones.El tratamiento kinésico post-operatorio consta de tres etapas principales: FASE TEMPRANA, INTERMEDIA Y TARDÍA.

Fase temprana

Esta primera fase durará hasta que el paciente comienza a caminar con 2 bastones:
La idea principal en esta fase es aliviar y manejar el dolor y la inflamación a través de la aplicación de termoterapia superficial. Durante los primeros 5 días se aplicará frio local y luego calor, además de electroterapia y masajes. Hay que prevenir las luxaciones de la prótesis, manteniendo la pierna operada en rotación neutra, lo que se logra utilizando una almohada entre las rodillas. Es importante evitar la flexión de cadera en un ángulo mayor a 90°, se debe evitar cruzar las piernas y no acostarse sobre el lado operado.

En esta etapa se realizarán ejercicios de activación muscular. En la extremidad operada se desarrollarán ejercicios activos y activo-asistidos para mantener y /o mejorar los rangos articulares, además de la ejecución de ejercicios isométricos para la activación de cuádriceps y glúteos.

En la pierna sana se realizarán ejercicios de movilidad activa de todos los grupos musculares y un trabajo general de todo el resto del cuerpo.

Sedestación
El paciente podrá sentarse a partir del 2° día post-operado, para esto el kinesiólogo tomará varias precauciones en torno al cuidado del paciente. Lo primero es mantener y mover la pierna operada en bloque y no sobrepasar los 90° de flexión de cadera. La pierna debe estar siempre en abducción. Una vez lograda esta posición sin inconvenientes el paciente podrá realizar ejercicios en esa posición, tales como la movilidad activa de tobillos y rodillas.

<h4>Bipedestación</h4>
Al momento de ponerse de pie, el kinesiólogo deberá considerar tanto el tipo de prótesis que se utilizó como el estado general del paciente. Cada prótesis tiene diferentes tiempos de sedestación lo que va a determinar el momento preciso en que la prótesis sea capaz de resistir la totalidad del peso del paciente. Al lograr esta posición, se comenzará con ejercicios de equilibrio y traslado de peso a uno y otro lado del cuerpo.

<h4>Marcha</h4>
De acuerdo al implante y a las posibilidades del paciente, los dispositivos de ayuda para el tratamiento de rehabilitación serán el andador (burrito) o el uso de bastones.

Fase intermedio

Esta fase corresponde a la etapa donde el paciente comienza a caminar con 2 bastones hasta que logra la marcha en forma independiente.
El paciente debe seguir mejorando la movilidad articular, eliminar alguna secuela que pudiese haber quedado de la fase anterior, perfeccionar la marcha y reinsertar al paciente en su medio social.

Para ello se realizarán ejercicios de fuerza contra resistencias y ejercicios funcionales en cadenas cerradas y abiertas. La marcha independiente se logrará alrededor de los 3 meses por lo que sigue siendo importante que el paciente sea cuidadoso en seguir evitando todas aquellas posiciones que puedan perjudicar la prótesis.

Fase tardia

En esta fase el paciente deja los bastones y comienza una independencia funcional plena. 

En esta última fase se pretende reeducar la marcha sin compensaciones, recuperar los patrones motores propios de la marcha, integrar la cadera protésica en movimiento normal dentro de la marcha y reevaluar al paciente. Importante es continuarán realizando ejercicios de fortalecimiento muscular, los que serán cada vez más específicos, además de ejercicios funcionales para lo que el paciente requiera y así reintegrarse a sus actividades normales.

Tratamiento Kinésico sin Cirugía

En este tipo de tratamiento se busca disminuir las molestias del paciente, a través de la fisioterapia, los masajes, y ejercicios como la bicicleta estática sin carga, ejercicios de elongación y fortalecimiento específicos para los grupos musculares involucrados en la articulación de la cadera.

Dichos ejercicios son de baja intensidad y permitirán el desarrollo de la fuerza muscular sin generar aumento de las molestias en los pacientes. Se debe prevenir que el paciente mantenga una inmovilidad prolongada, sobre todo en personas mayores por el riesgo a que la articulación llegue a anquilosarse o fijarse.

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